28/11/2013
Era nuestro último
día en Camboya pero nos levantamos muy temprano a pesar de que la frontera no
abría hasta las 7:00 a.m. Queríamos ser de los primeros en llegar y arreglar
rápido los papeles y transporte hasta Trat, dónde debíamos coger el bus que nos
llevaría a Bangkok, sí o sí debíamos llegar en el mismo día y hasta Trat no
teníamos muy claro que nos aceptaran las bicis, quizás nos tocaba pedalear…
Hasta la frontera
teníamos unos 10Km en bici, eso ya lo sabíamos ya que el recorrido lo habíamos
hecho el día anterior: Puente sobre río Koh Poi, rotonda derecha y frontera…controlado!
Adiós Camboya...!! |
Llegamos de los
primeros y sin ningún problema cruzamos la frontera hacía Tailandia, allí esperaban
muchísimos microbuses y taxis para ir a Trat pero a ninguno le apetecía cargar
nuestras bicicletas…finalmente encontramos un coche-tuc tuc que nos llevaba a
Trat por 1000THB (unos 24€, un viaje que debería costar 120THB, no más de 3€),
no teníamos ninguna opción a negociar y era nuestra única opción, así que no
nos quedó más remedio si queríamos llegar a Bangkok ese mismo día…
Frontera de Camboya |
Tas triste?? |
Welcome Thailand! |
En un par de horas
llegamos Trat, con el tiempo justo de ir al baño y comprar el billete del bus hacia
Bangkok, nos costó 250THB con las bicis (unos 6€)
Resultaba increíble cómo
tan solo cruzar la frontera podía cambiar todo tanto… carreteras en buen
estado, cuidadas, señales, se corría mucho! Atrás dejábamos un país rural y
desorganizado que luchaba por hacerse un hueco en un mundo civilizado…encantadora
Camboya!
Woooow vaya carretras! |
El viaje duró unas
5-6horas, a medio camino hicimos una parada para comer algo, aquí, a pesar de
seguir con el arroz, tenían muchísimas más salsas y todo era más picante,
también tenían marcas comerciales occidentales.
Bastaron unos 10
minutos y seguimos camino a Bangkok. Llegamos sobre las 17:00 a la estación del
Este. Sólo sabíamos llegar al hotel desde la estación Norte de Mo Chit, así que
miramos como podíamos llegar hasta allí… por suerte, justo en frente teníamos
una parada del skytrain, así que preguntamos y unos señores muy amables nos
indicaron y nos ayudaron a cargar las bicicletas!
A pesar de caer la
noche, encontramos el hotel con facilidad, en recepción nos esperaba la
propietaria que se acordaba perfectamente de nosotros (quizás por las cajas que
tenía en el cuarto desde hacía casi un mes ;)), pasamos un rato contando “batallitas”
con nuestro spainenglish…
Seguido empaquetamos
las bicis de nuevo (ahora si ya se había acabado la aventura sobre ruedas…),
nos duchamos y fuimos al centro a cenar algo y disfrutar de nuestra última
noche en el continente asiático…
Ahora si ya casi estábamos
al final de esta aventura que nunca olvidaremos…
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